Sonrío y te miro
llego sin aliento
a la hora exacta y corriendo
30 años tarde y a tiempo.
Un alma congelada, llena de escarcha
desaparece en tu mirada.
Estabas aquí, en otras coordenadas,
has sacudido las lagrimas de mi cara
ya no tengo resaca
Te encontré y nos queda poco tiempo.
Descansaremos luego,
descansaremos luego, para siempre, por toda la eternidad.
3 comentarios:
Más vale tarde que nunca...
Me alegra volver a saber de ti.
Un abrazo.
Bonito amanecer. 30 años tarde y a tiempo... entonces debe ser un cometa con sus extrañas orbitas elipticas. Con los cuerpos astrales es siempre así, se conjuntan cuando menos te lo esperas.
Um abrazo
Triste y esperanzador, como la vida misma. Un saludo
Publicar un comentario