17.5.08


Sonrío y te miro
llego sin aliento
a la hora exacta y corriendo
30 años tarde y a tiempo.
Un alma congelada, llena de escarcha
desaparece en tu mirada.
Estabas aquí, en otras coordenadas,
has sacudido las lagrimas de mi cara
ya no tengo resaca
Te encontré y nos queda poco tiempo.
Descansaremos luego,
descansaremos luego, para siempre, por toda la eternidad.

3 comentarios:

Lucía dijo...

Más vale tarde que nunca...

Me alegra volver a saber de ti.

Un abrazo.

Sergio Sastre dijo...

Bonito amanecer. 30 años tarde y a tiempo... entonces debe ser un cometa con sus extrañas orbitas elipticas. Con los cuerpos astrales es siempre así, se conjuntan cuando menos te lo esperas.
Um abrazo

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Triste y esperanzador, como la vida misma. Un saludo