11.6.07

serenidad


Buscaba la serenidad,
y por correr tras ella
nunca la alcanzaba.
Agotada, sin resuello, se detuvo a descansar
y cuando levanto los ojos,
allí estaba.
Al borde de la cuneta y arropada de elegancia.

3 comentarios:

Gwynette dijo...

La verdad es que se ve muy serena y la elegancia no es lo que nos venden, verdad? :-)

Cariños de alcachofa

Entre mareas dijo...

Tienes razón, se venden tendencias, se venden publicaciones sobre moda, se venden trapos y trapitos, historias sobre gente que rinde culto a los modistos del momento, pero la elegancia en si, no se puede comprar ni vender.

Salu2

Anónimo dijo...

Parece una fábula, un cuento para niños, pero es la pura verdad